Suceso consuetudinario,

tengo en mis manos un pequeño manual titulado ¿QUÉ ENSEÑA REALMENTE LA BIBLIA? editado por La Torre del Vigía, Asociación Religiosa, en 2005.

Hay algunas cosas en él que vale la pena considerar. Es un Manual para neófitos que al final pudieran ser conducidos al bautismo y ser agregados a la Asociación Religiosa; pero no pude encontrar algo sobre la fe, el arrepentimiento, la salvación, el perdón, el pecado, sobre el Espíritu Santo, etc.

Hay otras dos cosas relevantes a comentar. El Manual se concentra en hacer ver al iniciado en LOS BENEFICIOS que puede recibir el simplemente conocer la información recibida; esto es usado como estrategia por un sistema de ventas de cualquier producto.

La otra, es que los versos de la Biblia los entresacan de su contexto para apoyar una postura, por ejemplo !TÚ ERES EL CRISTO!, pasaje de Mateo 16, para evidenciar que los discípulos tenían amplia información que los llevaba a un total convencimiento de quién era Jesús; por ejemplo que "nacería en Belén" y que nacería por el año 29.
Evitan revelar al iniciado que ese conocimiento no lo podían obtener humana ni racionalmente, sino por revelación del Padre, como así se registra en el pasaje.

Esta técnica de "cortar" los textos y pasajes fue usada con mucha eficacia por Luzbel, luego fue acuñada por la mayoría o casi todos, los evangélicos; pues también cortan los textos para lograr sus propósitos particulares.

Una iglesia sin el Espíritu de Dios....
La verdad que esta Asociación Religiosa no difiere mucho de las iglesias tradicionales que conocemos, que rechazan el Espíritu de Dios y esto les impide recibir toda la revelación de Dios, su sabiduría, conocimiento e inteligencia y una comprensión amplia del propósito de Dios.

Eso lo vivieron "la iglesia en el desierto", que solo tenían que ajustarse a la ley; no tenían el Espíritu, no pudieron hacerlo como tampoco lo pueden hacer las iglesias tradicionales contemporáneas que tienen que vivir el cristianismo al igual que esta Asociación Religiosa.
Buscar que sus adeptos sean buenas gentes, no fumen, no se emborrachen ni digan maldiciones; un cambio exterior pero nada de tocar el espíritu del Hombre que es donde tiene su residencia el pecado, el orgullo, la soberbia y toda cosa mala, en fin el hombre viejo con todo el pecado heredado.

En cambio, las iglesias pentecostales que se supone que sí tienen el Espíritu de Dios, no dan evidencia de tenerlo por eso tienen que echar mano de los efectos especiales para que los Creyentes piensen que allí mora el Espíritu; tampoco tienen la revelación de Dios pues los principales fundamentos estructurales los tacharon de su esquema, convirtiéndose en una iglesia humanista y buscando los BENEFICIOS de los adeptos, que en realidad los que buscan beneficiarse, son ellos mismos como Asociación Religiosa.

Sin el Espíritu no hay revelación ni sabiduría, las Asociaciones Religiosas están condenadas a caminar bajo su propia luz y su propia visión convirtiéndose en iglesias humanistas con una revelación obtusa, parcial y humana.