Pudiera ser que para algunos sea muy atractivo convertirse en un crítico de las Sectas, el Fanatismo y el Escándalo que causan por sus inmoralidades que les caracteriza, pero nos parece raro que no les llame la atención el enorme caos dentro del Cristianismo y sus Ministerios.

Entre Watchman Nee y Witness Lee

by Orhac | 10:41 in |

Por Ricardo Estevez (Uruguay)

Entre Watchman Nee y Witness Lee.

En cierta reunión en nuestra asamblea, el estudio estaba a cargo de un obrero del interior de nuestro país. De repente aludió a Watchman Nee, como responsable de quienes con sus doctrinas particulares venían causando divisiones en las iglesias. Sentado junto al pasillo levanté mi mano para que me viera y tras su pausa aclaré:

- ¡Te equivocaste de chino! Tú te refieres al movimiento del Recobro de Witness Lee.
Nada tuvo ni tiene que ver con eso Watchman Nee. Simplemente, su ex colaborador
se aprovecha del respeto y prestigio alcanzado por aquel, para imponer su propia organización.

Cuando ahora releemos los libros, mensajes y conferencias de Watchman Nee, entendemos el actual progreso del Evangelio en China, preocupando a las autoridades del gobierno el auge de estas reuniones sencillas por las casas, donde no cuentan con edificios, liturgias, programas, clérigos ni nada de lo que parecería imprescindible en cualquier iglesia protestante y evangélica, que se precie de tal.

La misma presencia del Señor en medio de los congregados en Su nombre, la guía del Espíritu Santo, la Biblia y el amor fraternal, parece ser cuanto ellos necesitan.
A poco más de medio siglo de la emigración de Witness Lee de Taiwan a California (Anaheim), y casi doce años de su fallecimiento, es posible evaluar si se hizo o no una contribución efectiva al reino de Dios.

Mi sentir es que no; que más bien constituyó en Occidente un penoso paréntesis que malogró las aspiraciones de muchos cristianos que creían ver una continuación de aquel obrar de Dios en el extremo oriente. Lejos de recobrar algo, el Recobro en realidad perdió todo cuanto en China continental los hermanos por gracia de Dios habían visto.
Pero los que se quedaron allí, sufriendo los peores tiempos de la persecución comunista, trasmitieron a otros el caudal de enseñanza bíblica recibida, de modo que hoy día aún sigue dando muchos y preciosos frutos.

Siendo que nuestro Dios es siempre el mismo y no cambia, su Espíritu no ha perdido su poder, y ni un ápice de verdad se ha desprendido de su inalterable Palabra, confiamos que el Señor Jesús volverá a ser reconocido en todo su señorío - hoy menospreciado por muchos -, a fin de que podamos disfrutarlo ahora como nuestra vida abundante, ya que pronto viene y entonces unidos a Él le disfrutaremos en plenitud perfecta.

Parece como que llega el momento para muchos estudiosos de las Escrituras, que al advertir con su lectura las correcciones que deben hacer a conceptos muy arraigados, pero que son viejos resabios romanistas que pasaron desapercibidos por los reformadores, puritanos y demás exégetas y comentaristas serios y prestigiosos, como que les sobreviene cierto hastío y hasta temor de seguir en esa misma línea de continuar ajustando sus ideas a la luz diáfana y clara que emana de la misma Palabra de Dios.
- ¿Hasta cuándo, hasta cuándo – se pregunta – tendré que seguir cambiando de idea? ¡Esto de aprender para rectificar ya se me vuelve fastidioso!

Ciertamente, cuando nada aprendemos tampoco hay nada que rectificar
.

Por eso los maestros actuales no aprenden para enseñar, por el compromiso a modificar a medida que se aprende. Es más fácil hacer llover sobre lo ya mojado. Predicar sobre lo trillado no depara sorpresas ni suscita reacciones.

No se le ve a Watchman Nee restringido por tales aprehensiones, sino que con un espíritu y mente totalmente abiertos a Dios y su verdad, se mantiene en todo lo cierto sostenido por los antiguos, pero no vacila en echar por tierra todo pensamiento que no va cautivo a la obediencia a Cristo, cuyo Señorío es lo único a lo que nuestra conciencia nos obliga.

Para la mentalidad anglosajona es difícil aceptar que pueda caber algo de razón en los hallazgos que pueda hacer en sus estudios bíblicos un indígena americano, un nativo africano o un aborigen polinesio. Un chino, tampoco.

A Witness Lee, en cambio, se le fue la mano. Tras el éxito conseguido en Occidente al compartir lo que había aprendido junto a Watchman Nee, creyó que él también podría “recobrar” verdades escondidas, así que en vez de seguir buscando para hacer nuevos hallazgos, simplemente imaginó e inventó algunas cosas, y sus más inmediatos colaboradores no se animaron a disuadirlo. Por no disgustar a quien miraban como el oráculo de Dios, tampoco lo ayudaron. Tras medio siglo de vida el Recobro languidece. Perdurará todavía un poco más por la inercia de la organización con sus edificios, propiedades, editoriales, entrenamientos, etc. Pero ya es Laodicea.

Hay una razón poderosa para que cada tanto tiempo removamos el agua de este asunto.
Aunque muy pocos se animan a opinar o publicar sus convicciones, muchos – proporcionalmente -, están sinceramente interesados en informarse discretamente por este medio, sin caer en el descrédito de los “consubstanciados recobristas” que no admiten que los hermanos piensen con sus propias cabezas. Algunos que fueron captados por el Recobro y pasaron por inolvidables y felices experiencias, aunque al presente sufran una situación injusta de marginación e incomprensión, y hasta caigan en cuenta de que ya están en Laodicea, no se atreven a responder al llamado del Señor para vivir con Él en el fraterno amor de Filadelfia.

Pero nuestro compromiso está con quien es Cabeza de Su iglesia y no con los cabecillas que se levantan por aquí y por allá procurando conservar o conseguir reconocimiento nada más que por su siempre profesada lealtad a un hombre (Witness Lee) por más que él fuera mejor que todos ellos juntos.

De nada sirve tampoco que influyentes “colaboradores consubstanciados” locales se pongan a organizar su propia versión del Recobro, manteniendo algunas cosas del original, rechazando otras, o innovando con particularidades propias. Dejar de ser una Secta para pasar a ser una Sectita para nada mejora la situación divisiva actual.
El mejor antídoto contra el Recobro y todos los demás Recobritos se halla en los mismos libros de Watchman Nee.

Dios nos ha hablado por el Hijo, su Palabra sigue vigente y viva, y su Espíritu puede obrar todavía maravillosamente entre los hijos de Dios que no lo contristan, ni lo apagan, ni lo resisten.
Es natural que nos decepcionemos de los hombres y de toda organización humana; pero nuestra esperanza es Cristo y todavía es nuestra la oportunidad de identificarnos con Él y con todos los que invocan (no vociferan) Su nombre de corazón puro.

Ricardo.



También lo puede leer en:
http://orhac.es.tl/Colaboraciones.htm

0 comentarios:

Seguidores


contador gratis

Buscar este blog

Enlaces

PlanetaMexico: buscador de México

Derechos Espirituales del Creyente: Un Ministerio al Ministerio de La Iglesia del Señor Jesucristo

Archivos