1a. Comisión de Derechos Espirituales del Creyente
bajo la autoridad de orhac, Oficina de Responsabilidades Humanas, A. C. (1994)
Monterrey, N. L., México
Presidente, Fernando Martínez Constante
orhac@hotmail.com

Hermano, Dios te bendiga y guarde y derrame abundante gracia y verdad que vinieron por medio de Jesucristo. Juan 1:17

Supe de ustedes por medio de un hermano que presentó en un Portal la carta que se le dirige a los líderes de las Asambleas de Dios respecto de G-12 para que se pronuncien contra esa doctrina como una herejía.

Soy creyente desde 1972, llamado desde entonces al ministerio, inclinado a la enseñanza; y desde 1994 considerados como un ministerio al ministerio.
Observador del comportamiento del Liderazgo de la Iglesia del Señor Jesucristo el Hijo de Dios, y de la condición de los creyentes bajo estos ministerios.

Me estoy enterando de la vehemencia con que denuncian tanto el ministerio de César Castellanos como el de ministerio de gracia. He leído con detenimiento la mayoría de los considerándoos que los han llevado a clasificarlos como dañinos para la Iglesia.

Sin embargo, a pesar de que hay suficientes evidencias y argumentos en contra de estos ministerios, han pasado por alto otros aspectos del fenómeno.

Por ejemplo, el porqué ha tenido tanto éxito César Castellanos como José Luis de Jesús el llamado apóstol. ¿Por qué han proliferado muchos otros ministerios con el mismo perfil dentro de la Iglesia?

Para poder contender objetivamente contra estos ministerios, no podemos cerrar los ojos a la realidad que vive la Iglesia hoy día.
Si no reconocemos que la Iglesia está en serios problemas (y no por causa de César y José Luis) desde ya mucho tiempo, entonces estaremos dando golpes al aire al querer defender la Iglesia contra estos.

Si éstos tienen cierto éxito, es debido a los muros debilitados que tiene la Iglesia. Llamémosle falta de Unidad de Dios (no es lo mismo estar juntos que unidos), de santidad (hay mucha tolerancia al interior de las iglesias, temerosos de predicar verdades fundamentales para que no se vayan los creyentes a la iglesia de enfrente); de desarrollo espiritual (la mayoría de las iglesias tienen sentados a los creyentes toda la vida, veinte, treinta o cuarenta años); falta del conocimiento y reconocimiento del Señorío de Cristo (la mayoría de los creyentes sólo conoce a Jesús como -su Salvador personal- -su sanador- -su proveedor-).
También la salvación que ostentan la mayoría de los creyentes esta basado en una experiencia muy superficial, porque los predicadores de la Salvación de Dios, basándose en Marcos 16 (salvación de la cual somos producto la mayoría de nosotros), se han olvidado del seguimiento discipulador y doctrinal, responsabilidad que conlleva el ser hijo de Dios y abusando de la Gracia se ha soslayado la verdad. Juan 1:17

Tenemos temor de hacer una autocrítica de nosotros mismos como Liderazgo, del el resultado y evaluación de nuestra obra. Basamos el éxito del Liderazgo por los grandes templos construidos, por los grandes colegios de teología, por el número de asistentes, por que ya tenemos un programa de radio, ya tenemos capacidad financiera para proyectarnos por TV, o porque ya estamos en la Web; pero no nos fijamos que los cien o doscientos miembros que teníamos hace años están sentados en otras iglesias, y que los que ahora están allí al rato se irán también.

En mí localidad, también se levantó una obra similar arrastrando a muchos creyentes de otras iglesias, lo cual consideré que era una especie de aspiradora para sacar a los creyentes superficiales de sus asientos; y que a la vez las iglesias se avisparían para que ya no ocurriera en lo sucesivo. Me equivoqué, las cosas siguen igual.

Spurgeon en 1887 presentó una carta a los dirigentes Bautistas de su tiempo para denunciar la doctrina liberal, pidiendo la considerarán herejía y la rechazaran. Tuvo que renunciar porque le dieron cabida.
¿Qué vamos a hacer si se rechazan nuestras peticiones y denuncias contra estos iluminados?

Desenmascarar al diablo no es difícil, el asunto es si en realidad queremos hacerlo, porque la residencia del Diablo son las tinieblas, pero su área de trabajo es en el interior de La Iglesia. No se mandó hacer un traje de ángel de luz para lucir en las tinieblas, sino para pasearse a sus anchas en los confines del reino de Dios.
César Castellanos y José Luis de Jesús podrían ser sólo la punta del iceberg.
¿Estaríamos dispuestos a escarbar dentro de la Iglesia, o lo dejamos así?

Si todos estuviéramos de acuerdo en declarar como herejes a estos dos, ¿y después qué? ¿Ya estaríamos satisfechos?
Tenemos que reconocer que la Iglesia necesita urgente una revisión de su posición, su estado y purificación del liderazgo.
Sí, muchos que anhelan el obispado (1Timoteo3) han llegado a ocupar puestos de importancia, incluso como pastores, evangelistas etc., pero la mayoría no llena el perfil del obispado, menos han pasado por el filtro del Sacerdocio (tema desconocido de los ministros del Santuario). Con este tipo de Liderazgo no se puede llegar a la Unidad en ninguna de sus formas.

Si no tenemos una plataforma uniforme para el tiempo presente, entonces no lloriqueemos frente a estos liderazgos que han aprovechado la condición precaria de la Iglesia para mercadear sus novedades.

Su servidor en Cristo.