Cuando usted comete un error a nivel personal, éste quizá quede oculto
o afecte directamente a los que le rodean, su familia, sus empleados o
Empresa; depende en que nivel se encuentre usted.

Pero como Ministro de Jesucristo usted comete un error y por
verguenza, orgullo o "dignidad" lo mantiene oculto para guardar un
testimonio de buena conducta, este podría estar afectando toda una
congregación, toda una organización, o quizá toda la Iglesia de
Jesucristo.

Si usted como hombre de Dios decide humillarse para salir de este
error, no solo se está santificando usted mismo, sino que toda La
Iglesia podría estar comenzando un avivamiento a nivel Mundial.

Lo primero que está pensando es que puede perder su puesto, su renta
mensual. el nivel de vida que le proporciona ese Ministerio, el
respeto a su persona y su prestigio en la comunidad, pero le
recordamos que grandes hombres como una gran nube de testigos dan
testimonio de la misericordia de Dios.

Ministro, usted es muy importante, pero más las decisiones que toma
pues forma parte del Cuerpo de Jesucristo y ya sea que usted esté sano
o impuro esto afecta a muchos.

Estamos reflexionando sobre el Fundamento que Dios le ha dado a la
Iglesia para que sea suficiente para llevar a cabo el plan de
redención del hombre, su crecimiento y desarrollo espiritual; la
cobertura que requiere la Familia, las mujeres, hombres, jóvenes,
niños y ancianos.

Su infraestructura que la Iglesia sostiene para que los dones se den
en el Cuerpo, el fruto del Espíritu en los Creyentes; la proliferación
de hombres con un corazón de pastor para que ocupen las diversas
posiciones que Dios instituyó en Efesios 4:11 para que equipen a los
Creyentes para la obra del ministerio y los lleven a la plenitud de
Cristo.

Los recursos que Dios le ha dado al Cuerpo para que usen toda la
armadura de Dios para hacer frente a las asechanzas del diablo; pero
sobre todo, la observancia decidida para no apartarse de Su Palabra,
de la Santidad, la Justicia, Su Presencia, Su Gloria y Amor de Dios.

No olvidándose del Fundamento, la piedra angular que es Cristo para
que el edificio tenga la plomada debida, y la verdad sea difundida a
través del Evangelio de Jesucristo.

Es un diseño único, específico e inigualable en el cual el hombre
puede estar firme.

Lo hemos estado comparando con los argumentos diversos que las
diversas sectas han echado mano para fundamentar su creencia, las
cuales han puesto todo su esfuerzo humano en su construcción.

No les ha ido mal, la religión Católica ha inundado el Mundo con su
pretensión de ser la verdadera apoyada en su argumento de que Pedro es
su piedra angular.

Los testigos de Jehová, o TV, Asociación Religiosa, apoyados en un
texto aquí, otro allá, pero aún así ya tienen siete millones de
adeptos.

Los Santos de los últimos días, apoyados en visión humana y haciendo
una versión mala de los principios de Dios, han sabido moverse en el
mundo religioso teniendo un relevante trabajo.

El Sabatismo, viviendo una especie de judaísmo y resucitando a Moisés
también no han hecho mal trabajo.

Otras que se mueven dentro del nivel de Cristianismo, a las cuales no
les han dado el apodo de sectas, pero lo mismo se destacan por
reclamar la unicidad, las cuales se apoyan también en la Biblia, pero
siendo selectivas han olvidado las principales verdades que le dan
sustento y fundamento a la Iglesia de Jesucristo.

Aún así, habiendo muchas sectas calificadas y observando la desviación
Escritural en que se apoyan, las iglesias tradicionales, evangélicas y
pentecosteses siguen firmes expositoras de la mayoría de las verdades
del Evangelio, sin alejarse de la intervención del Espíritu; y son
reconocidas como la Iglesia de Jesucristo.

Pero si acercamos un poco la lupa al verdadero fundamento en que se
apoyan, éstas quedan muy mal paradas; pero en realidad nadie quiere
usar la lupa porque muchos Ministerios han hecho su modus vivendi de
la situación que vive la Iglesia.

La lupa tiene la virtud, de que aquellas cosas que a lo lejos parecen
verdaderas, al acercarla, éstas ya no se ven tan verdaderas, y estamos
asegurando esto de la religión a quien nadie duda que es la Iglesia de
Jesucristo, y que sus Ministros tienen como su Señor a Jesús.

Si describimos lo que se ve a la luz de la lupa, la Iglesia no difiere
mucho de las religiones conocidas como sectas, pero estas diferencias
las cuales son muy grandes comparadas con la Iglesia de la Biblia, ya
tendremos oportunidad de describirlas a conciencia.