Estudio (enviado por) Vida de la Biblia

La palabra de gracia

~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~

Hechos 14:3 Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con
denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra
de Su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos
señales y prodigios.

~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~

Los judíos se reunían en las sinagogas para leer el Antiguo
Testamento, no porque desearan conocer la palabra de la gracia del
Señor, sino con el fin de conocer la palabra de la ley de Dios, la
cual pertenecía a la vieja dispensación, a la antigua administración
divina de la economía de Dios. Pero la palabra de la gracia del Señor
reemplaza la ley. Lo que ocupaba la mente de los judíos que se reunían
en las sinagogas era la ley, pero Pablo les presentó a Cristo como la
gracia que Dios les otorgaba. En Génesis 3:15 dice: “Y pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Este
versículo indica que la simiente de la mujer heriría la cabeza de la
serpiente. ¿No es ésta una palabra de la gracia del Señor? Lo es
ciertamente. Después de comer del fruto del árbol del conocimiento del
bien y del mal, Adán y Eva trataron de esconderse de Dios. Entonces se
oyó la voz de Dios que le decía a Adán: “¿Dónde estás tú?” (Gn. 3:9).
Adán y Eva tuvieron miedo, pues pensaban que tal vez Dios los
sentenciaría a muerte; pero en lugar de juzgarlos, Dios les habló una
palabra de gracia. Conforme a Génesis 3:15, Dios condenó a la
serpiente, y por otra parte, habló una palabra de gracia a Adán y Eva.
Cuando oyeron lo que Dios les decía debieron haberse alegrado mucho.
Seguramente en ese momento sentían odio hacia la serpiente, y ahora,
Dios les anunciaba que la simiente de la mujer heriría la cabeza de la
serpiente. Esta era ciertamente una palabra de la gracia. (c) 2009
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Orhac, Derechos Espirituales del Creyente

La Gracia reclama su contra parte, LA VERDAD. Si no hacemos cambios
profundos en la religión, esta seguirá siendo simplemente una muleta
para el hombre y no el formato de redención total que Dios diseñó para
el Hombre.
Génesis 3:15, es el Proyecto de un sistema muy complejo pero muy
completo que Dios diseñó para la redención del Hombre; en cambio la
religión la ha reducido a la centralidad del hombre, en vez de la
centralidad de Jesucristo en su Señorío y como cabeza de la Iglesia.
La Gracia y la verdad vinieron unidas desde la creación, esto lo
visualizamos en Génesis cuando el hombre era compañero de Dios en el
Huerto del Edén; el religioso pudiera ver solamente la parte de
“bendición” de que gozaba el hombre, pero no la parte de verdad y
responsabilidad en que éste se movía.
Este ejemplo lo tenemos en la experiencia que nos muestra claramente
la situación de Noé con relación a sus hijos; éstos se mostraron tal
cual eran a raíz de la falla que tuvo Noé. Esto dio lugar a que se
mostrara las dos caras que vienen del reino de Dios.
Dios delegó en el Hombre la “virtud” de poder MALDECIR, una de las
prerrogativas exclusivas de Dios. Noé la aplicó en su hijo Cam; pero
también Dios delegó en el Hombre la capacidad de BENDECIR, la cual Noé
la aplicó en su hijo Set.
Estas virtudes no han cambiado, siempre la bendición vendrá al parejo
con la maldición, así se deja ver en la propuesta de Dios a su pueblo:
la vida y la muerte depende de que hagan con la ley.
Dios no imparte de su GRACIA, gratuitamente, ésta siempre va
acompañada de un equilibrio para que el Hombre pueda crecer, madurar y
llevar a cabo sus responsabilidades y principios que el reino de Dios
le impone.
Cuando el Hombre nace de nuevo espiritualmente, éste es ciertamente un
bebé al cual no se le exige absolutamente nada, al contrario, requiere
de toda la atención, cuidados, alimento, cariño, limpieza, hábitos que
le marcarán su carácter toda su vida; cuando se es niño todo se le da
sin exigirle nada a cambio, pero en la medida que crece, ahora sí se
le van presentando junto con el amor y cariño de sus padres,
oportunidades para que el niño empiece a aprender RESPONSABILIDADES
para que camine en equilibrio, en gracia, en sabiduría y en estatura,
y no simplemente en dependencia de sus padres y de un amor desmedido
que sin el equilibrio de las responsabilidades, en vez de
beneficiarlo, le perjudicará y no será útil para el rol que el hombre
debe desempeñar en cada uno de los roles que le corresponderán vivir.
Es así con la Gracia de Dios que se imparte inmediatamente al nuevo
Creyente,
pero una vez que crece, éste ya estará preparado en estatura y
sabiduría
para conocer amplliamente la verdad y los principios del reino de
Dios.